Cuadro de Tom Fedro |
Tan sencilla queriéndome,
que a veces se me olvida
que vivo de milagro
el amor fabuloso
que al cargar sobre ti
ingrávido se torna.
Y como lo redimes
de sangre, o de tormento,
por fuerza de tu pecho,
con corazón de magia,
se siente la ilusión
de que nada nos cuesta
nada.
Que el hecho más sencillo,
el primero y el último
del mundo, fue querernos.
PEDRO SALINAS