¡Oh! si besar pudiera esos ojos de fuego,
un millón apenas si sofocaría el deseo:
Sin cesar impregnaría mis labios de deleite,
y moraría una eternidad en cada beso:
sin cesar te besaría a ti aferrado:
nada separaría mi beso del tuyo;
Sin cesar nos besaríamos y besaríamos para siempre;
aun cuando su número excediese
las innumerables semillas de la amarilla cosecha.
Separarnos sería vano empeño:
¿podría desistir? ¡Ah! ¡Nunca, nunca!
LORD BYRON
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