Las lágrimas y besos;
son burbujas
que ascienden desde el alma.
Es mi cariño
menos pesado que la sangre,
más leve que el espíritu,
el que se desvanece sin palabras.
Es lluvia efervescente
para regar los cielos,
hasta el aire más alto,
hasta lo azul del día.
Mi beso allá se abre,
arriba, con tus ojos.
Pero me llega el barro a la cintura
y siento los metales de las minas
en las hondas raíces de mi nombre.
El amor me engrandece,
hace pequeño el mundo,
hace que te conozca,
me hace saber quien soy.
MANUEL ALTOLAGUIRRE
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